En América sí se pueden poner de manifiesto los ideales renacentistas, pues no había ciudades. Aquí se conjugan las ideas humanísticas con el plano de la ciudad militar medieval (basado en los campamentos romanos). Son ciudades regulares (en damero) con manzanas iguales y con una plaza mayor en el centro, aunque también hay ciudades irregulares o poligonales (son escasas y por motivos orográficos). La plaza mayor tenía, a diferencia de España, edificios estatales y eclesiásticos. Las ciudades no tenían límites ni murallas, pues no había enemigos. Las únicas defensas las tienen las ciudades costeras, para protegerse de los piratas. Son ciudades secas y repetitivas. Los ingleses y franceses las copian en sus colonias norteamericanas.
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