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Características del Urbanismo en el s.XX: cambio técnico y social

A finales del s. XIX y comienzos del s. XX se van a dar una serie de fenómenos sociales que van a modificar las ciudades y su forma de crecimiento. Estos fenómenos son:

a)       Crecimiento demográfico: el crecimiento de la población es constante desde la Revolución Industrial, pero llega un momento que la ciudad es tan grande (en torno a 500.000 ha.) que tiene que cambiar el modelo radiocéntrico y crear otros puntos focales.

b)       Aumento del nivel de vida: el desarrollo económico llega a un colectivo cada vez mayor el cual exige (y está dispuesto a pagar) viviendas de más calidad, con más espacio y mejor ventiladas. Hay que intensificar el proceso de construcción de nuevas casas para la población creciente y para esa población que quiere una vivienda mejor.

c)        Las necesidades de reconstrucción: en la primera mitad del s. XX hubo dos guerras mundiales que devastaron muchas ciudades. En estas ciudades, donde a la reconstrucción había que sumarle la demanda ordinaria, fue donde se ensayaron nuevas formas arquitectónicas y urbanas.

d)       El automóvil: este invento tiene dos facetas, un avance tecnológico que va a permitir hacer la ciudad de otro modo y un nuevo problema para la ciudad, la congestión. Ni las calles de los ensanches ni los centros urbanos (muchos de ellos medievales) estaban diseñados para soportar el tráfico creciente. La ciudad, con un modelo radiocéntrico, tampoco está diseñada para el tráfico, que hacía más presión sobre las zonas centrales. El problema del tráfico aún no ha sido solucionado.

e)       Preocupación higiénica: aunque esta preocupación es del siglo anterior, en este momento adquiere otro relieve con la necesidad de sol, de aire y de espacio en los nuevos diseños.

Los avances tecnológicos que van a permitir cambiar los planeamientos urbanísticos y arquitectónicos del s. XX son:

a)    La aparición de nuevos elementos constructivos: la aparición del hormigón y del acero van a permitir aumentar el número de plantas de los edificios. Los espacios se agrandan, las plantas son dianas, pues los pilares empiezan a soportar las cargas que aguantaban los muros. Las fachadas, al no ser muros portantes, cambian su diseño. En estos nuevos edificios se hace imprescindible el uso del ascensor, que conlleva una unificación de la accesibilidad de las viviendas hace que se iguale su valor o que incluso las superiores sean más caras (en épocas anteriores los pisos bajos eran los más caros). También aparece la calefacción central. Las mejoras en impermeabilización hacen innecesario el tejado tradicional. Todos estos cambios van a permitir la aparición de un nuevo tipo de construcciones, los edificios racionalistas.

b)    La fabricación en serie: avances industriales y los nuevos materiales permiten la disminución de costes, atendiendo a una demanda superior. Este proceso de fabricación permite el uso de formas simples reiteradamente.

c)     Los nuevos medios de transporte: ya se ha visto cómo el automóvil modifica las exigencias del diseño urbano, pero también aporta indudables ventajas: el aumento de la velocidad de desplazamiento va a permitir el aumento del radio de la ciudad y conseguir, si se desea, menores densidades. Se produce el fenómeno de dispersión urbana. Los transportes colectivos también mejoran (desaparece la tracción animal con la aparición de los motores eléctricos y de combustión interna), haciendo posible que la totalidad de la población tenga movilidad.

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